Máquina de limpieza continua
El proceso específico implica varias reacciones:
Evaporación: El haz láser calienta el contaminante a su temperatura de vaporización, convirtiéndolo directamente de un estado sólido o líquido a un estado gaseoso.
Ablación: La energía del láser debilita la unión entre el contaminante y el sustrato, haciendo que el contaminante se retire de la superficie.
Descomposición: La energía láser desencadena la descomposición química del contaminante, convirtiéndolo en sustancias inofensivas.
Dado que el sustrato absorbe típicamente poca o ninguna energía láser, su superficie permanece intacta. Este método de limpieza es altamente eficiente, respetuoso con el medio ambiente y no daña el sustrato.