Máquina de limpieza láser de pulso

1. Generación de pulso láser

Las máquinas de limpieza láser pulsadas utilizan láseres pulsados (como láseres de fibra o láseres de estado sólido) para generar pulsos láser cortos y de alta energía. Estos pulsos duran típicamente en el intervalo de nanosegundos a microsegundos, con energía altamente concentrada, lo que les permite entregar una cantidad significativa de energía a la superficie objetivo en un período de tiempo muy corto.

2. Absorción de energía y efectos térmicos

Cuando un pulso láser golpea la superficie a limpiar, los contaminantes superficiales (como la oxidación, la pintura y las capas de óxido) absorben la energía láser, que se calienta rápidamente y alcanza su temperatura de vaporización o descomposición térmica. Debido a la duración del pulso extremadamente corta y la energía concentrada, el contaminante puede calentarse a una alta temperatura en un instante.

3. Eliminación de contaminantes

Dependiendo de la naturaleza del contaminante, hay dos métodos principales de eliminación:

Para algunos contaminantes (como pinturas y recubrimientos), la alta temperatura hace que pasen directamente de un estado sólido o líquido a un estado gaseoso, liberándolos de la superficie del sustrato.

Desunión: Para otros contaminantes (como la oxidación y las capas de óxido), la tensión térmica generada por el pulso láser debilita la unión entre el contaminante y el sustrato, haciendo que se delamine, se rompa y se cae.

4. Protección del sustrato

Debido a que la duración del pulso láser es extremadamente corta (nanosegundo a microsegundo), la energía es absorbida principalmente por el contaminante. El calor de la superficie del sustrato tiene poco tiempo para disiparse, lo que resulta en un aumento de temperatura muy limitado. En consecuencia, el sustrato sufre daños térmicos mínimos, lo que lo hace particularmente adecuado para limpiar materiales sensibles al calor o donde la protección del sustrato es crucial.

5. Control preciso

Los sistemas de limpieza láser pulsados pueden controlar con precisión el proceso de limpieza ajustando parámetros como la frecuencia de pulso, la energía del pulso y la longitud de onda del láser. Esta flexibilidad les permite adaptarse a las necesidades de limpieza de diversos materiales y contaminantes, lo que resulta en aplicaciones generalizadas en la fabricación industrial, la restauración de reliquias culturales y la aeroespacial.